Vibración

Para el despertamiento del “Cómo” subir los niveles de vibración o lo que también se conoce como la Ascensión, podríamos decir que debemos empezar por reconocer y escucharnos a nosotros mismos desde el ejercicio de querer crecer y auto transformarnos.  A pesar de nuestras luchas internas y nuestras propias incoherencias y contradicciones, recuerda que muchas veces esas son matrices, hábitos, formas que nos instauraron y desprogramarlas, requiere un gran trabajo de voluntad y un excelente acompañamiento, para poder conducirse hacia donde se deba.  Cabe aclararte aquí que casi siempre este camino duele y que es sólo a partir de ese dolor ya sea físico, emocional, que podemos entrar a donde tanto nos está recordando constantemente el alma.

Cuando se es auto consciente de querer cambiar, de querer crecer, de encontrar el camino correspondiente a nuestro propósito, el alma nos empuja hacia ello y no importa que tan terco sea nuestro ego, si lo tenemos separado de nuestro  YO Soy, no importa si él todo el tiempo nos  hace auto sabotearnos, o llama la atención, nos inmoviliza o nos distrae;  la fuerza interior se vuelve tan grande que aparecen las experiencias, las oportunidades y el maestro para comenzar el “Camino del héroe”, que se compone de 3 momentos principales: El llamado o partida, la iniciación y el retorno.

Desde mi experiencia puedo compartir que este camino del héroe debe tomarse con mucha fortaleza y confianza, porque en él se encontrarán muchas cosas que tal vez nos hagan desbaratar matrices erróneas o patrones de conducta que han edificado el yo que hay ahora. Atreverse a emprender el viaje nos lleva a querernos a nosotros mismos, por solo el hecho de querer cambiar y experimentar las verdades de la conciencia.

Para crecer se necesita solo un poco de voluntad, fuerza interior y la intensa necesidad de salir de la comodidad en la que se ha entrado en el mundo físico, y digo comodidad por los hábitos adquiridos, aunque los que despiertan la consciencia por lo general constantemente están incomodados por la incertidumbre de no saber qué es lo que quieren y necesitan en ese preciso momento.  Es como una fuerza del espíritu “El camino” que los hala a hacer lo que les corresponde por derecho de conciencia. Es una forma de recordar de la conciencia colectiva… lo que sigue, lo que sigue en el camino.

Por eso cada uno tiene su momento preciso para hacerlo, es su nivel de conciencia, es su tarea pendiente, es su propósito, es su misión, la que lo lleva a realizar lo que tenga que realizar. No todos deben caminar por lo mismo, no todos tienen las mismas necesidades, no todos deben encontrarse en el mismo punto.  Pero si a todos nos corresponde mínimamente asomarnos al mundo interior de nosotros mismos y escuchar en donde vamos y que necesitamos para seguir conscientes.

Es bonito y metafórico vernos a nosotros mismos como héroes, lo somos por naturaleza, el haber querido venir a este experimento y el estar cada día, experimentándonos, ya es solo un proceso de admirar y reconocer.  El ser humano tiene su ejercicio y más cuando experimentamos relacionarnos con otros humanos, en esto está la clave, ya que los demás son sólo la muestra de nuestra sombra, de lo que tenemos ocultamente guardado en nosotros mismos.

EL CUERPO FÍSICO (YAKOL, el Caballo). PRIMER CHACKA (Rojo).

Lo primero que diría yo que por donde hay que empezar es por el cuerpo físico, para una persona cualquiera, le es necesario e indispensable, reconocer su cuerpo y darse cuenta que él es su instrumento para expresarse y manifestarse en éste mundo material.  Además, nuestro cuerpo físico también es nuestra casita, donde vivimos, donde pensamos, donde sentimos, podría decir que es el primer principio, es conectarse con el propio cuerpo.

El hombre ha desarrollado formas milenarias de hacerlo, a través de diversas disciplinas, aquí lo que importa es comenzar a darse cuenta, de nuestras propias limitaciones, de nuestra flexibilidad, nuestra voluntad, disciplina, resistencia, nuestras tensiones musculares, nuestros miedos, nuestras descoordinaciones, nuestros olvidos, nuestros ritmos, todo eso es una manera de entrar a nosotros mismos. 

La conciencia corporal la amo, porque con ella aprendí a no juzgarme, me descubrí y me di cuenta de todo el potencial que tiene el cuerpo para sanar, el cuerpo es maravilloso, es perfecto y en él contamos toda nuestra historia, no solo de nuestros momentos presentes sino de nuestro atrás más profundo, en él está escrito (ADN) todo lo que nuestros ancestros vivieron, el dolor de generación tras generación, el amor también y la perfección de este mundo. 

El cuerpo físico es representado por nuestro primer chakra, el rojo, que significa YO TENGO DERECHO A ESTAR AQUÍ, es la capacidad de imponernos en este mundo como guerreros, en nuestro cuerpo se manifiesta en la base del cuerpo, las piernas, nos conecta directamente con los ancestros, con todos aquellos que estuvieron aquí antes que nosotros e hicieron para bien o para mal lo que les correspondía, su nota musical es DO.

En mi caso lo hice a través del Teatro, este fue el que me abrió la puerta a mi cuerpo, particularmente con la exploración del teatro de movimiento técnica de expresión corporal, y el YOGA.  Allí fue donde reencontré un tesoro, un templo sagrado, que tenía que empezar a limpiar, a poner en orden, a escuchar.  Entonces el yoga me llevo a conectarme más con este propósito, pero el yoga comprendido como UNIR, nosotros tenemos la tendencia a ser esquizoides, a estar separados, a partirnos en pedazos, porque pensamos una cosa, hacemos otra y sentimos otra.  El YOGA nos permite, nos da la posibilidad de UNIRNOS, el yoga une el cuerpo físico, con el mental, con el emocional y espiritual. Soy de las que considero que cuando hacemos algo que no apasiona, como pintar, bailar, escribir, actuar, cantar, tejer, cocinar, caminar, hablar, amar, hacer el amor, entre otros, hacemos yoga, debes encontrar en que actividades y en donde te sientes unido y como te unes…la idea de esto es volverlo constante y consciente, que en nuestra vida todo absolutamente todo lo que hagamos nos una y no nos separe, estar separados, es sinónimo de lucha, de pelea interna, de estar sin reconciliación.

Podríamos decir que dentro del Yoga hay varias vertientes para trabajar, sin embargo la vida me llevó a conectarme con el yoga Integral, que trabaja el hatta yoga (yoga físico), raja yoga (yoga de la mente o meditación); el nidra yoga (el yoga de la respiración) y yoga   (el yoga de la relajación), con este pequeño proceso he podido experimentar cosas maravillosas tanto en mí como en otras personas, al comienzo era un terreno arenoso, de puro experimento y laboratorio, donde tuve que afinar muchísimo mi intuición, para poder dejarme conducir.  Me pasaban experiencias hermosas, en las clases, donde me llegaba a través de visiones, palabras, comentarios, ideas, todo lo que tenía que hacer, fue así como perdí el miedo y empecé a comprender que tenía que dejarme conducir, que detrás de mí había muchos acompañándome.   Luego lentamente fui entrando en ese cuerpo, que por capas iba mostrando lo que tenía muy adentro, aprendí del lenguaje corporal, aprendí de la conciencia corporal, desperté o mejor recordé. 

¿Y tú quieres entrar también? Pues es hora y tiempo de moverse.